Soñar películas

A veces sueño como en película.

Una vez me soñé dentro del cuerpo de un guerrero japonés que acababa de matar a alguien y era ejecutado en ese momento mientras observaba el cadaver de su oponente muerto en medio de la sala (de iluminación exquisita, por cierto). No me dolió nada, no se preocupen. Lo mismo hace poco: soñé estar en el cuerpo de una mujer que se lanzaba en paracaídas con su pareja en un viaje interminable, tipo salto desde la estratósfera. Ni llegamos al suelo ni me dolió nada, otra vez. A ver, tampoco es que sea yo, siempre le robo el cuerpo a alguien y soy consciente  de ello, es lo que hacen los sueños peliculescos, tienen una parte de reconocimiento del entorno antes de la historia.

A veces me pregunto si es una secuela de ver tanta película de Medem o algo así, pero bueno, el asunto es que resulta entretenido.

Estos días ha habido una conexión con esos sueños peliculescos. He visto algunas pelis sobre encontrar(se), y eso acaba siendo el sueño realizado. Encontrar a otro, encontrarse uno mismo, encontrar la solución al problema. Desde la miseria humana, representada de tantas formas, la búsqueda y el encuentro aparecen como los sueños de los personajes, aunque a veces no se den cuenta. Todavía no tengo claro qué buscaba el guerrero de mi sueño o lo que pretendía encontrar la mujer del paracaídas, pero si un día se me ocurre, escribiré un guión…