Santiago de Chile: sobre el trabajo de campo en tiempos de cambio

Esta mañana, entre la ducha y las vueltas por la cocina y la sala antes de salir de casa, una de mis compañeras de piso me comentó al pasar algo sobre el sentido de pertenencia y cómo nos acercamos a nuestros contextos de trabajo de campo. Claro, ella se refería a su tesis y a la necesidad que está sintiendo de acercarse físicamente a su país, donde realiza una parte de su investigación, pero me dejó pensando.

Hasta ahora no había querido reparar en la importancia de pasar unos meses en uno de los países que conforman mi estudio, pero ya que quedan sólo un par de semanas para iniciar el viaje, parece que es tiempo de ponerlo sobre la mesa. No es importante simplemente porque es el país de donde vengo, sino porque los últimos meses han sido allí de un movimiento social muy intenso. Parte de ello está en las entradas anteriores de este blog.

Esos movimientos son estimulantes y hacen que hayan cuestiones más ágiles que observar en todos los campos. Mi interés se centra en la ficción audiovisual como objeto de intercambio en las redes sociales online y, a partir de ello, las prácticas y relaciones que se establecen entre los usuarios. Así, mirando lo que pasa entre mis contactos en las redes, fue como llegué a Los archivos del Cardenal (transmitida por TVN). Se trata de una serie de ficción inspirada en la actividad de la Vicaría de la Solidaridad en Chile durante la dictadura de Augusto Pinochet. Historia reciente.

Paréntesis de terapia dieciochera para doctorandas

Hace un tiempo, casi cuando comenzaba este blog, hablé de terremotos de tesis. Esos movimientos intelectuales que hacen tan bien para renovarse y sentir que algo puede cambiar, aunque traigan muchos cuestionamientos y obliguen a reestructurar formas de trabajo. En definitiva siempre estamos en una especie de movimiento, tal como la tierra, nunca dejamos de acomodarnos, de pensar distinto, de aprender a medida que avanzamos.

Siempre estas micro-crisis (constantes) se dan de forma individual y necesitan de mucha reflexión (algun@s usamos blogs que casi nadie lee, jeje), pero hay ocasiones en las que varias personas pueden coincidir en situaciones de conflicto con su trabajo, con sus calendarios, con sus tutor@s. Y necesitan un escape. Esta semana mi entorno vivió una especie de terapia colectiva, nos llenamos de preguntas:

¿Hasta dónde nuestros planes son convergentes con los de nuestros grupos de investigación? ¿Cuán planificados tenemos nuestros años académicos? ¿Qué significa atrasarse en la tesis? ¿Cuál es la autonomía de un estudiante de doctorado? ¿Existe tal autonomía? ¿Cómo hacemos para ser sólid@s teóricamente si tenemos que correr todo el tiempo? Y no pudimos dejar de preguntarnos:

Back on track: De la resaca post escuela de verano

«To be able to dance with one’s feet, with concepts with words: need I still add that one must be able to do it with a pen too?» (Nietzsche)

Comenzar un nuevo año académico después de participar en una escuela de verano te pone en una situación particular. Todo el mundo regresa de vacaciones emocionantes, los perfiles de Facebook  se llenan de fotografías de sitios paradisíacos y bronceados espectaculares.

Yo en cambio, tengo en la bandeja de entrada del correo electrónico un montón de mails cargados de referencias bibliográficas para revisar sobre mi investigación y otro montón de ideas para mejorar la tesis, pero como el lema de la primera parte del mes fue «Welcome to the real world», lamentablemente podré implementar sólo un par de sugerencias, sobre todo las referidas a acotar ciertos apartados teóricos y no dispersar tanto mi atención. Pero claro, no puedo ponerme a pensar la metodología de nuevo, no puedo escaparme de lo que ya estamos trabajando desde el grupo de investigación.