¿Cortar lazos?

Llevo tiempo pensando sobre nuestra gestión de contactos.

Si es saludable o no deshacerse de los contactos que no forman parte de nuestro día a día sigue siendo una interrogante. Siempre parece haber alguna excusa para no eliminar a los amigos de Facebook o a los número que jamás marcamos en la agenda telefónica o en Whatsapp. Cuando se trata de compañeros de estudios o de trabajo, la conexión se conserva – al parecer- para no ofender al otro. No porque esperemos fortalecer un vínculo o mantener conversaciones eventuales, simplemente porque parece de mala educación eliminar contactos que ya no están activos. Parece llegar un punto en que un gran porcentaje de nuestras redes de ocio sirven para mantenernos al día de los eventos a los que asiste o deja de asistir alguien que conocimos, pero cuyas decisiones y acciones ya no tienen la más mínima relación con nosotros.

En el caso de las relaciones de pareja (y todas las posibilidades alrededor del concepto), el asunto parece ser un poco más complejo. En un momento se me ocurren miles de alternativas y combinaciones de alternativas, siendo los extremos: eliminación total y convivencia armónica. La primera involucra fuerza de voluntad a prueba de balas y la segunda estado zen, equilibrio espiritual infinito.

Difícil. Creo que las alternativas intermedias son las que predominan, incorporando entre ellas el psicopateo minucioso y la menos aterradora, pero no menos dolorosa observación ocasional desde las falsas tinieblas informáticas.

Pero, ¿a qué iba yo con este post?

Hoy vi esta noticia en The Telegraph, presentando Cloack, una red social que usa los geolocalizadores de los contactos e informa dónde están, para no sufrir un encuentro incómodo. Aquí copio la descripción de la APP: «Avoiding someone? New app cloak makes the process that much easier by tracking the location data of those you’re hiding from and alerting you when they’re nearby. Calling itself the «anti-social network», Clock scrapes users’ public location information from Foursquare and Instagram to track and avoid any awkward encounters».

Lo que me pregunto a raíz de esto es: ¿cuándo dejan de estar presentes esas personas si podemos rastrearlas constantemente? ¿De qué sirve no desear encontrarse con alguien si estamos pendientes de no cruzarnosla/lo en la calle?

Probablemente siga sobre el tema…