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Sobre «13 Reasons Why»

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13 reasons¿Por qué una serie de televisión tendría que ofrecer soluciones? Estoy escuchando (en Chile) a un siquiatra hablar de lo negativo de la serie de Netflix 13 Reasons Why, argumentando que cuando se trata el tema del suicidio, habría que hacerlo desde una perspectiva que otorgue soluciones y alternativas a personas que estén pensando en que quitarse la vida es una opción.

Después de ver la serie -y desde una persectiva distinta a la que podría ofrecer una terapeuta, por supuesto, porque no lo soy- me parece que la serie dice lo que quiere decir, no lo que podríamos esperar que dijera, porque no es un elemento educativo ni un apoyo a un programa de salud mental, es una serie de televisión. Como tal, plantea un tema delicadísimo desde la mirada de un personaje que no se ha suicidado. Sí, nos habla Hannah Baker a través de las cintas que escuchamos junto a los personajes, pero el protagonista de la serie es Clay Jensen, un chico agradable, inteligente y también muy inseguro, que vive los días posteriores al suicidio de su amiga.

Junto a la culpa que se disemina entre los personajes a propósito de las cintas que comenzamos a escuchar, también vemos ocurrir sus vidas cotidianas, que están cargadas de momentos difíciles. La vida en el instituto (liceo/high school) es un desafío no solamente porque una adolescente haya decidido suicidarse, sino desde mucho antes.

El bullying -como tendemos a comprenderlo- es la punta del iceberg, está lleno de pequeñas situaciones y actitudes que lo componen y que muchas veces normalizamos y damos por sentado. Desde mi perspectiva, la vida de los estudiantes de hoy en Chile no dista tanto de las historias relatadas en la serie. Cada día hay más expectativas que cumplir, no sólo académicas, sino también sociales e individuales. Los jóvenes tienen que lidiar con sus relaciones personales cara a cara y, además, mantener una actividad online que responda a los requerimientos de sus pares. Es decir, los comentarios que antes se acababan con la hora de escuela, hoy los siguen a la casa y a su habitación, donde pueden estar usando dispositivos móviles hasta irse a dormir.

Antes, por cierto, seguíamos hablando por teléfono y saliendo con nuestras compañeras y compañeros, pero las redes digitales tienen una inmediatez y una permanencia que hace difícil comprender su relevancia para quienes no están sujetos a sus normas. El maltrato escolar, reforzado por el uso de las tecnologías, se suma al desafío de ser adolescente. 13 Reasons Why habla de ese desafío completo, de cómo estamos poco capacitados para lidiar con el día a día, con las emociones propias y más con las ajenas, donde prácticamente cada arista de la vida presenta un reto o una dificultad en un sistema que nos ocupa y nos preocupa todo el tiempo.

Recuerdo que hace veinte años golpeaban cada mañana a un compañero en la escuela. No hice nada entonces. Recuerdo que hace veinte años también estuve en una lista humillante (seguirá habiendo a quienes les parezca un halago), donde participó el chico que era golpeado. Los compañeros de entonces hacían apuestas y dejábamos que jugaran con nosotras porque era lo que había que hacer para pertenecer al grupo. Las chicas más atléticas se burlaban de las menos, las chicas más «lindas» se reían de las que no podíamos peinarnos bien o usábamos lentes. En veinte años la vivencia de la escuela parece no haber cambiado y eso está fatal. Al contrario, se han sumado elementos que dificultan la convivencia y el buen trato.

¿Cómo atender las necesidades de los chicos cuando los adultos mismos no hemos descifrado por completo nuestra propia experiencia adolescente?

Entre las opiniones de los actores protagonistas de 13 Reasons Why, es urgente hacerse cargo de enseñar a los más jóvenes tanto a expresar sus propias emociones como a respetar las de los demás.

Enseñar a las chicas a expresar abiertamente lo que quieren además de lo que no quieren y también a los chicos, enseñarles a escuchar y a ser respetuosos de la persona con la que quieren tener algún tipo de relación. Desmantelar las construcciones de estereotipos de toda índole, respetar al otro ante todo.

De eso se trata 13 Reasons Why, de sentarse a conversar sobre lo que está bien y lo que está mal en nuestras relaciones humanas. No podemos pretender que sea todo tarea de la Escuela, hemos de tener en todo ámbito una actitud que rechace el abuso, porque son los abusos pequeños los que van sumando y se transforman en lo que vemos en la serie y tanto nos asusta. La serie de televisión no nos va a enseñar cómo hacerlo, pero nos empuja a conversar, a sentirnos lo suficientemente incómodos como para pensar en qué hemos hecho y hacemos día a día.

 

Written by Saltamentes

abril 27, 2017 a 19:55

Publicado en Borradores

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